Museu del Calçat i de la Indústria: el Museo del año
Construir un museo de calzado es una tarea compleja en la que es necesario pensar más allá del contexto y hacerlo accesible a la mayoría de foráneos al mundo del zapato. Pero Inca lo ha sabido hacer. No solo abrió el Museu del Calçat i de la Indústria en 2018 en el antiguo cuartel de Caballería General Luque, si no que, además, ha conseguido que el espacio reciba el premio Siletto al Museo del año 2022. Y esto no solo implica un reconocimiento al trabajo bien hecho, sino un reconocimiento en un espacio de la gente: integrador, alentador, educacional, positivo.
La historia de Inca va ligada indiscutiblemente a la del calzado. Grandes nombres, diseñadores, fabricantes y productores, pusieron la capital del Raiguer en la lista de ciudades del mundo en las que fijarse si se querían conocer tendencias, formas y estilos de calzado. Por eso es tan importando este museo, porque recupera la historia y el presente de una ciudad enfocada en la concepción, diseño y fabricación de zapatos, e implica a toda la ciudadanía, tanto en su concepción como en su contenido. De hecho, todos los objetos y piezas que lo conforman han sido dados por particulares y empresas vinculadas en el mundo del calzado, y que formaban parte de las vidas, recuerdos e historias de cada uno de sus propietarios.
Una colección permanente de herramientas, maquinarias, procesos y resultados, que dibujan el trabajo de las familias desde el siglo XIII hasta día de hoy, que guía al visitante por un camino que fue y es una de las plazas más importantes del mundo. Pero no solo se queda en exposición fija, sino que camina hacia la experimentación del visitante, con salas donde las manos, los ojos y las orejas, pueden tocar, mirar y escuchar objetos, texturas y sonidos, en cada una de las actividades que se programan en la agenda del museo. Además, también hay un espacio para la colaboración, donde cualquier persona puede aportar sus objetos, fotografías, dibujos, vivencias o recuerdos, para llenar los vacíos que le puedan faltar al museo.
En su agenda, como otros grandes museos, tampoco pueden faltar las exposiciones temporales relacionadas con su temática. Fotografías, diseños, montajes o performances, sorprenden al visitante más allá de la concepción de producto de consumo y de prenda de ropa. Cada objeto tiene una historia detrás y el museo la expone con creatividad y una concepción del espacio que quiere integrar.
¿El Museo tiene las puertas y el conocimiento abiertos, vienes?