El monasterio de Sant Bartomeu es una construcción del barroco (1667-1702). Sobre él destaca que residen desde 1534 las monjas Jerónimas de clausura. Se conservan los restos de Sor Clara Andreu y Malferit, destacada monja de la comunidad. Sus rasgos más característicos son el portal con arco de medio punto para entrar al patio, patio con un viejo almez y una cisterna, la iglesia tiene una sola nave de cuatro tramos con capillas laterales muy reducidas y la cubierta es de bóveda de medio cañón.
Dentro del monasterio se conservan obras tal como el Santo Cristo de la Sangre (x.XV o XV), los retablos barrocos de la Virgen del Candelero y de la Sagrada Familia (s. XVII), dos tablas góticas de Pere Terrencs (s.XV) y valiosas pinturas de los Llopis, padre e hijo (s. XVI).
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